Méndiga gente!!!

No puedo más que emitir un quejido mostrando desagrado pero es que me sorprende la enorme capacidad que tienen algunos para hacerle la vida difícil a los demás. Les cuento a qué viene el rollo:

Resulta que aquí en la oficina a algunas personas cuadradotas no les cabe en la cabeza hacer cosas que no estén en las políticas. Las políticas por supuesto, ni son infalibles ni preveen todos los casos, sobretodo aquellos en los cuales hay que aplicar más bien el sentido común o incluso el sentido humano del asunto así que a raíz de eso dos personas están pasando las de Caín para cumplir con un proyecto. ¡Y todo por una estúpida persona! UNA, en toda la organización.

Yo soy más bien mundana y valemadrista en estos casos. Siempre trato de mantenerme al márgen pero la verdad, sí estoy encaboronada por la serie de chingaderas en que ha deparado (y deparará) el asunto en unos días.

Lo que me consuela (pendejamente, si quieren, pero eso pienso) es que sé que en esta vida TODO se regresa. Y tarde que temprano a ésos “hijos de Susana” (son-of-a-bitch) se los llevará el carajo y experimentarán el sentimiento que tienen ésos a los que ahora están perjudicando... aunque espero que sea cien veces peor para que la próxima vez lo piensen dos veces antes de hacer sus tonterías de burócratas frustrados.