Rodeada de guerras.

Ayer llegaron mis compañeros de trabajo pálidos y con cara de pocos amigos. Cuando les pregunté cómo les había ido no me contestaron con los clásicos “Bien”, o “Mas o menos” sino que todos respondieron frases como “Feo”, “Muy mal” y por el estilo. Resulta que fueron a un municipio de Guerrero (con todo y jefe) a hacer unas negociaciones y de repente, la gente se empezó a movilizar y comenzó el zafarrancho entre narcos y militares. Alcanzaron a bajar de la sierra cuando percibieron tensión en el ambiente pero en su camino los encontró el ejército y les pararon el alto para revisarlos y en ésas circunstancias no creo que los milicos se pusieran muy amables al no saber a ciencia cierta con quiénes estaban tratando y viendo a unos sujetos en camionetotas. Debe ser bastante desagradable que te apunten al mismo tiempo con 10 armas largas directo en la cabeza y te revisen por todos los rinconcitos.

Ya más tarde apareció en los medios el parte militar que informaba que 15 narcotraficantes y un militar habían muerto... pero como sabemos, la historia la escriben los ganadores del conflicto y dudo mucho que al rato organizaciones como “La Familia Michoacana” o “Los Zetas” hagan su comunicado de prensa. En ésos casos nunca se sabe realmente cuantos fallecieron y en qué circunstancias. Lo que sí ví en un noticiario de la noche fue que dejaron las camionetas como coladeras y tenían agujeros hasta en el techo. Ya imagino los cuerpos.

Cambiando radicalmente de tema, de plano ayer sí estaba muy encaboronada. No les diré exactamente porqué pero al menos no me quedé con las ganas de decir exactamente lo que pienso respecto a la falta de responsabilidad de algunas personas. Probablemente las cosas cambien, pero a esta altura, ya poco me importa. Que sea lo que tenga que ser y punto.

Ustedes no se amuinen (me encanta ésa frase de mi abuela!) y tengan un maravilloso fin de semana. El mío quién sabe cómo vaya a estar porque se ve incierto. Lo que me consuela es que al menos disfrutaré unos buenos tacos al pastor y sueño extra.

P.D: La ilustración es un grabado del querido Alberto Beltrán llamado "Detengamos la guerra" y que me pareció muy ad-hoc.