Entre agua, profes y candidotes.

Hoy es día del maestro. Felicidades a los que se esfuerzan por inculcarnos conocimientos y hacernos seres pensantes aunque ganen un sueldo mísero. A los líderes sindicales que se pasean en camionetotas y roban a manos llenas, a los que no sueltan la plaza nomás por gozar de los privilegios y a los que maltratan a sus estudiantes, a esos nada de felicitación! Si acaso se merecen una patada en el trasero, una mueca de asco y un sinfín de mentadas. ¡Y todo ésto merecidísimo!

También hoy es día de San Isidro Ladrador... digo, Labrador. Me dí cuenta porque toda la madrugada hubo cohetes ensordecedores y hoy continúan como cañonazos. El mencionado santo les ha salido rebueno porque ya va como una semana que llueve, llueve, llueve y los campos que hasta hace unos días se veían agrietados hoy ya tienen brotes. Las calles en las que no había baches, hoy tienen varios que amenazan con crecer y reproducirse. Aunque sigo con la duda si los santos despertarán con tanto cohetón y por eso se ponen a chambear o qué sentido tiene el escándalo en su honor.

Y no cabe duda que estamos en tiempos electorales: ayer mi calle se veía normal. Mojada y medio sola, pero normal. Hoy me asomé para ver qué tal se veía el Nevado de Toluca y luego de verlo pelón, sin la nieve que hasta hace unos años se veía a diario, tuve que asomarme otra vez porque no lo podía creer. Y sí, ahí estaban y mis ojos medio cegatos no me engañaban: tapizando cada poste, la jeta de un político. ¿A qué hora lo hicieron? Porque yo me acuesto como a las 11:30 y no ví nada invadiendo los postes. ¿Qué dirán mis vecinos de otros partidos? ¿Durarán en su lugar? ¿Será que el candidote... digo, candidato nos visitará? Nadie sabe, nadie supo. Y eso que mi calle es de tránsito local!! De todos modos, señor candidote, ni viendo su jeta a diario votaría por usted.

Pero no me hagan mucho caso porque con la edad y las enfermedades que me acechan, mis pensamientos carecen de validez y exactitud, ajá. ¡Ya es viernes! Buen fin de semana.