viernes, mayo 25, 2007

Un día como hoy...

Bueno, esto debí haberlo publicado antes, pero no pude conectarme hasta hoy, así que ahí va:

No, no voy a empezar esto como si fuera una efemérides... porque es algo mucho más personal que un simple dato.


Ese día me levanté sintiéndome más rara que de costumbre. 'Llévame al médico' le dije a mi esposo y él de volada nos puso en camino. Llegamos al consultorio y me dijeron 'Señora, camine un rato y vaya a urgencias en un par de horas' así que caminé y cuando me volví a sentir extraña nos fuimos a 'Urgencias'. Ahí me examinó un médico y sonriendo me dijo 'Ud. ya no se va a casa, así que vaya preparándose'. Gulp... 'y ahora qué sigue???'

Pues sucedió que me tuvieron en una sala de espera todo el día, en espera de que me dilatara... cosa que nunca pasó, a pesar de los piquetes y demás técnicas.

Yo veía mujeres entrar y salir, entrar y salir y yo ahí, sin que nada pasara conmigo: sólo dolores e incomodidad y las miradas de los médicos que seguramente pensaban que estaba haciéndole al cuento.

Pasaron horas que me parecieron días, se rompió la bolsa de líquido amniótico, yo desesperada y al fin luego de más horas en ese estado (y en la méndiga misma posición) un médico entró en razón cuando dije '¡Ya no aguanto más, háganme cesárea!'. Lo pensó un rato, le llamó a otro médico y dijo 'Adentro, a la sala de expulsión' y me ingresaron ahí con muchos tubos en los brazos y dieron instrucciones de lo que debía hacer.

A la 1:45 de la mañana, luego de muchos pujidos, dolor y algunos gritos, pusieron en mi pecho una cosita pequeña, frágil que lloraba extrañamente sin detenerse. No pude evitar que brotaran mis lágrimas y pensé 'Es hermosa'. Sí, era hermosa, pero algo me decía que no estaba todo bien. Pregunté qué tenía y me dijeron 'Todo es normal, a relajarse' Y dichas estas palabras, la anestesia que me habían puesto horas antes empezó a tener efecto y me sentí adormilada. Cuando desperté ya estaba camino a mi cuarto y pude ver a mi esposo. Lo tomé de la mano, lloramos juntos y luego le dijeron que ambos debíamos descansar. Pensamos que lo peor había pasado.

Seguía adormilada cuando una mujer se apareció en mi cuarto y luego de preguntarme cómo me sentía me dijo que mi bebé había tenido problemas y que estaba en terapia intensiva, que podía ir a verlo. Me explicó qué había pasado, que estaban haciendo y qué era lo que yo podía hacer. En cuanto volvió mi esposo le conté qué me habían dicho y nos dirigimos a TI. Como pude, llegué ahí y ví a mi pedacito de carne en una caja plástica y llena de agujas, como si fuera un alfiletero. Hice de tripas corazón y atendimos las indicaciones de las enfermeras al asearnos y para poder tocar (por medio de una especie de guante) a mi hija.

Al día siguiente me dieron de alta y me sentí vacía al ver que otras mujeres salían del hospital con su bebé en brazos. Me dió mucha envidia, quizá incluso rabia. '¿Qué hice mal, porque no puedo tener a mi bebé?' me preguntaba una y otra vez.

Las semanas siguientes mi vida transcurrió entre casa y hospital tratando de sobrellevar del mejor modo posible el que en la mañana hubiera un buen pronóstico y en la tarde uno muy negativo o viceversa. Exámenes, exámenes y más exámenes. Yo seguía tomando a mi bebé entre mis brazos cuando se podía y cuando no, a través de un plástico pero siempre dándole ánimos para que se quedara con nosotros.

Un día llegué a TI y no reconocí sus pelitos parados en ninguna encubadora. Me asusté muchísimo, pero una enfermera me dijo 'La pequeña ya está en los cuneros' y me volvió el alma al cuerpo. Verla sin tantos tubos insertados me dió mucho gusto y esperé que siguiera estando estable para poder llevármela. En casa yo acomodaba y reacomodaba sus cosas para que estuviera lo mejor posible, así transcurrían mis días, esperando que ella estuviera con nosotros.

Una tarde, me dijeron 'Prepárese porque mañana la dan de alta'. No tuvieron que decirlo dos veces: Al día siguiente yo ya traía su maletita para sacarla! Pero eso no sucedió, tuvieron que pasar dos días más para que finalmente pudiera llevar a casa a mi bebé.

Una vez en casa mi mundo cambió: no me importaba no dormir, tener que hacer todo con sumo cuidado y sacrificar mi persona, mis gustos y mis aficiones con tal de que ella estuviera bien. Hoy en día, 14 años después de esa noche en que cambió mi existencia, me pasa lo mismo.

¡Feliz Cumpleaños, Pollita!

Te amo muchísimo. Amo tu nariz de bolita, tus grandes ojos, tu carácter de fortaleza y tu coquetería adolescente.

13 comentarios:

Anónimo dijo...

Feliz cumpleaños a tu hija y felicidades a ti también!
Un abrazo.

Mandarina Acida dijo...

PUES MUCHAS FELICIDADES, A ELLA POR ENFRENTAR LOS GOLPES DE LA VIDA DESDE PEQUEÑA Y A TI POR TENER LA FUERZA PARA AYUDARLA!!!

Kix dijo...

Sniffff!!! Andy te lo juro que tengo los ojos llenos de lágrimas!! Es simplemente inexplicable todo el amor que podemos sentir hacia nuestros hijos, y tu hija es hermosa!!!

Dale muchos abrazos de mi parte!!

Anónimo dijo...

¡Es muy linda! ¡Que tenga hoy y siempre felices cumpleaños! ¡Felicidades a tí también!

Sandra Becerril dijo...

Muchas felicidades a las dos... gracias por compartir tu historia con nosotros y haber dejado aquel comentario en mi blog que me hizo sentirme acompañada. Estamos de vuelta, y aquí seguiré

besos y feliz semana

Exenio dijo...

Mira, no todos lo saben, y quienes me conocen en persona tal vez no lo crean, pero soy un llorón.

Felicidades a ti, a tu nena y a quien ayudó a engendrarla, porque a esta hora de la tarde tenía que soltar unas lágrimas y lo lograste al compartir tus líneas con nosotros...

AndreaLP dijo...

Yanett, qué bueno leerte de vuelta por acá, gracias.

Mandarina, ¿ya ves? No me tardé nada en regresar.

No lo vas a creer, Kix, pero también lloré cuando lo escribí.

Gracias, Angeek. :-)

Sandra, bienvenida de regreso. Siempre pensé que todo saldría bien.

Exenio, también me declaro una chillona, jeje. Un beso.

c324r dijo...

Una gran historia de un gran amor.

Felicidades, mamá cuervo!! Pásalas, si no, te embarazas!! (las felicidades, eeeh?)

Nube Gorda dijo...

Muchas felicidades para la "pollita" mira q tener 14 no es nada fácil. Y si Andy la mujeres de nuestra generación somos "harto" fuertes, no nos permitimos vulnerabilidades sobre todo cuándo se trata de nuestras hijas, sólo siento decirte q ahora tendrás q cuidarla de los moscones es linda tu hijita así q ahí t vienen muchos dolores de cabeza, mira q si lo sé...¡¡

Bsuchos para ambas..¡¡

David Moreno dijo...

AH...eso suena a Pastel de Chocolate..

14 años: gran edad..

Felicidades a ambas !!!

violador de papantla dijo...

Orale !!
Felicidades a ambas dos !!
No cabe duda que tiene una gran fortaleza y eso hace que se quieran muchisimo màs !
que bueno que todo saliò bien y ya tienes que contarle a tus "nietos" bueno, cuando eso sea !!

saludotes !

brillante historia !

 kotto dijo...

que conmovodero relato andrea... me emocioné...
cariños para ti y por cierto para tu hija...

Franz Trejo dijo...

lindo Querubin es la pequeña Fer, y su mamá es un ángel, feliz cumpleaños Fer