jueves, mayo 17, 2007

Acerca del martir-monio.

Hay días en los que despierto y lo primero que veo (aparte del despertador) es al dueño de mis quincenas y pienso que soy afortunada por tener a mi lado a un hombre como él. ¿Porque afortunada? Porque aparte de sus múltiples virtudes, me encanta que no sea el clásico 'macho' y que se apunte para ayudar, hacerse cargo de los hijos, que acepte mis locuras, que compartamos algunos gustos pero sobretodo y de manera especial, ¡que ayude con los quehaceres de casa! No sé si se imaginan el enorme placer que implica entrar a casa y encontrar todo limpio cuando ya te habías mentalizado que probablemente pasarías un día entero limpiando.

Constantemente miro a mi alrededor y observo los matrimonios de muchos de mis amigos y conocidos y desgraciadamente pocos tienen un grado de comunicación que les permita disentir o dialogar con su pareja. Ya no digamos que cada uno tenga vida propia aparte de su pareja o que pueda disfrutar de sus hobbies sin remordimiento, celos o berrinches del otro.
¡Gracias a quien tengan que ser dadas! Aún cuando pudiera ser mi suegra, jaja.

No hay comentarios.: