Cambios

Hace unos días mi papá me pidió que comprara algo para comer y terminé en la colonia en la que crecí y en la que viví la mayor parte de mi existencia. En esa zona fui a la escuela, tuve mis primeros amigos, asistí a las primeras fiestas y también ahí conocí al padre de mi hija así que ésa zona me trae padrísimos e incontables recuerdos. Así, mientras esperaba que tuvieran listo el paquete con la comida pude ver al señor que atendía la papelería a la que iba por mis estampitas, las cartulinas de colores y en la que compré mi primer cigarro, al compañero de la secundaria con el que nunca logré congeniar, a las gemelas que íban conmigo en 3º de primaria y que siempre se peleaban, a la señora que se quedaba horas a comadrear afuera de la escuela y al niño que siempre ponía apodos.

Supongo que quienes tengan el privilegio de seguir viviendo en la misma área en la que crecieron pueden ver cómo han cambiado sus amigos y vecinos a lo largo de los años y coincidirán en que es curioso ver cómo la gente se transforma pues aquella señora amable que salía a arreglar su jardín se ha transformado en una ermitaña desde la muerte de su esposo y la niña de frenos y sin chiste ahora es una guapísima mujer.

No hay duda, la gente cambia… y es maravilloso poder notarlo.

Este fin recibo a un amigo en casa así que lo pasaré movidita. Hoy, por lo menos, me voy al Bar!!

Feliz fin de semana.