jueves, junio 23, 2005

El cine se ve mejor en el cine

Hoy amaneció lloviendo, muy nublado y el cielo parecía de algodón ¿será que ya iniciaron las lluvias? Espero que sí porque todo se llena de verde, domina el aroma a tierra mojada y es temporada de elotes, mmmhhh! Además, los días son perfectos para pasarlos viendo películas y comiendo palomitas de maíz… y hablando de palomitas de maíz: Ayer me fui a ver “Madagascar”. Mi intención era ver “Episodio III” aprovechando que vi las dos primeras más detalladamente pero me hicieron el favor de ponerla únicamente en funciones a las 11 y a la 1, ¿quién caramba va al cine a esa hora? Espero que dure en cartelera hasta el fin de semana para ir a verla.

Curiosamente, cuando haces planes para algo, el mundo conspira en tu contra: ayer la función iniciaba a las 7, yo salgo de la oficina a las 6:30 y tenía media hora para llegar tranquilamente a Las Plazas pero no: estuve atendiendo llamadas hasta las 6:40, salí volando, había tráfico y más adelante descubrí que el tren estaba atravesado así que tuvimos que regresarnos y atravesar Ocoyoacac. Para acabar con el cuadro empezaba a llover y llegué derrapando a comprar mi cubeta de palomitas y un refresco. Ya me estaban esperando boleto en mano, entramos a la sala y mi lugar favorito estaba ocupado. Ni modo, un poco más arriba, justo dónde están los niños chillones e inquietos.

Algo que no entiendo de estos cines es ¿Por qué nunca se llenan? Son salas cómodas, limpias, te regalan dos horas de estacionamiento y siempre tienen los estrenos, ¿porqué irse hasta Galerías, dónde está hasta el moño, siempre hay grupos de chamaquitos haciéndose los graciosos y además te cobran un ojo de la cara? Acá tranquilamente puedes llegar 20 minutos antes de la película, comprar tus boletos, tu combo y checar todo lo que viene en el lobby sin apretujarte y a un precio accesible. Ojo, no me pagan por la promoción. ;-)

Resumiendo; es una película fresca, predecible hasta cierto grado pero buena para pasar el rato. Mi esposo, mi hija y yo nos reímos bastante y los tres oficinistas adultos contemporáneos a nuestro lado, aún más. ¡Buen pretexto para desestresarse después de un arduo día de trabajo!

5 comentarios:

Mariwell dijo...

En esos casos de contrariedad siempre aplico la ley de morphy o uno propone, dios dispone viene el diablo y todo lo descompone. Lo bueno es que los cortos y comerciales duran mínimo 15 minutos lo que te da un margen para alcanzar a ver el inicio de la película si llegas un poco más tarde de la hora que indica la cartelera. Lo importante es que despues de tanta tensión pudiste difrutar la pelí en compañia de tu fámilia. =D

La pelí la voy a ver dentro de 15 dias (espero que todavía este) con mi sobrino de 4 años, porque ya hice planes previo consentimiento de sus padres para pasar un fin de semana con él, y llevarlo tambien al museo del papálote.

Un abrazo

Dra. Kleine dijo...

Muero por verla, no sabes, no sabes! mueroooo!

rossmar dijo...

la tengo planeada para este fin de semana, ya sabes hayq eu consentir a los peques, asi que a verla.

Freddy dijo...

andar con prisas no me gusta; siempre trato de llegar 20 ó 30 min antes de que empiece la función....y sí la temporada de la ofem no puedes perderla; aunque sólo vayas a 2 ó 3 conciertos...a mí me fascina cuando combinan danza, tenores y cuando el programa está de no perderse....ahhh y es importante que lleves a tu peque para que se vaya aficionando a los buenos espectáculos....saludos

gabylagaby3006 dijo...

Kleine, tenemos que verla... Andrea, recuerda la Ley de Murphy