jueves, junio 18, 2009

Los encuentros reviven los recuerdos.

Seguramente les ha pasado: entran a un lugar, llámese cafetería, restaurante, antro, fiesta, concierto o cualquier otro sitio y de repente sus ojos se encuentran con otros ojos conocidos. Si te mira directamente, por un momento tiemblas y hasta la respiración se te corta. Finges naturalidad e intentas comprobar mediante miradas furtivas si es la persona en cuestión o sólo se le parece. Probablemente sus acompañantes noten que miras con insistencia y quizá preguntarán si te conoce. Si la persona tiene suficiente aplomo y quedaron en buenos términos se acercará a tí y te saludará. Si no, tratará de escabullirse discretamente para no tener que toparse contigo de un momento a otro.

Bueno, pues coincidí con un hombre que hace unos 12 años me propuso matrimonio e hijitos y que seguramente me odió desde mi negativa. ¿Cómo comprender que se niegue a compartir su vida contigo alguien que dice amarte? En ese entonces yo no tenía interés (tampoco ahora) en irme a vivir a casa de su madre “temporalmente” y repetir una vez más la historia de quien vive amarrado a las enaguas de su progenitora “mientras agarra rumbo de nuevo” y realmente nunca tuve claro de qué vivía o a qué se dedicaba. ¿Qué tal que me emparejaba con un narco?

Confieso que me volvió loca con tanto amor, que lo añoré por años y que disfruté cada momento que pasamos juntos pero no tuve temple para decirle en la cara que no podía seguir con ésa relación porque ambos necesitábamos crecer. Fui negándome a verlo poco a poco hasta que llegó el momento en que se dio cuenta y me mandó al carajo. Jamás me volvió a buscar.

Ahora que lo he vuelto a ver me dio gusto encontrarlo tan galán como siempre, atractivamente maduro y acompañado de una chica guapa. Espero que haya cortado su cordón umbilical y se haya lanzado a la vida con todo. Yo seguiré sonriendo al recordar a mi inocente amor de primaria, al precoz amor de secundaria y a la arrolladora pasión post-divorcio. Espero que algún día pueda perdonarme por mi cobardía.

7 comentarios:

AndreaLP dijo...

El nombre no se dice. No vaya a ser que alguien lo conozca!! O peor aún, que alguien lo relacione conmigo. Tchissshh!

Kix dijo...

Wow!!!! Andy!!!

La vida es precisamente las experiencias que vas teniendo. Tal vez te preguntes ahora qué sería de tu vida si en vez de haber tomado el camino A hubieras tomado el B (yo misma me pregunto lo mismo a veces).

Creo que tomaste el camino correcto, tienes ahora una hermosa familia!

P.S. Pero sí, ¡¡cómo pueden llegar a mover esos recuerdos!!

Exenio dijo...

Lo que es, pues es, y lo que no, pues no... así el tiempo, así el recuerdo, así en lo que ahora andas y en lo que quieres estar... lo de antes ya fue, lo de ahora es, y lo de mañana, quién sabe...


P.S.- ¿y la mirada salpicó tantito esa área del cerebro que hace que el resto de tu humanidad se ponga chinita?

pez dijo...

¿que tal y te emparejabas con un narco?

pues ahorita hubieras pasado a mejor vida, en cualquiera de los dos sentidos, jajaja

en mi caso, yo prefiero recordarlas como antes a encontrármelas ahora, je

AndreaLP dijo...

Kix: No regrets. Lo disfruté, pero creo que hice bien en no aceptar aunque de verlo el estómago me dió un vuelco!

Exe: Fue más fuerte de lo que pensaba pero no hay arrepentimientos.

Pex: ¿De plano crees que se ven muy brujas? En éste caso al tipo los años le sentaron maravillosamente! Y sí, definitivamente hubiera pasado a mejor vida, jeje.

Nube Gorda dijo...

Jajajaja, no se q me da risa lo q los compinches comenantan o haber recordado una escena similar, creo q se vale, tener la estabilidad emocional por la q atraviezss, pero con un poquito de cosquilleo por los recuerdos, finalmente todo es experiencia, Andy enjoy it..¡¡¡

Bsucho

AndreaLP dijo...

Nube: Justo ESE es el sentimiento.

Un beso.