En los últimos días hemos tenido que ir investigando caminos alternos pues a Jimmy Neutrón (también conocido como Johnny Bravo, o el Niñosaurio... en fin, el personaje ése de copete muy bien peinado ¿usará Súperpunk?) se le ocurrió que siempre sí se iba a acordar de los mortales que vivimos por el rumbo del aeropuerto, en la parte que no se ve llegando del DF, y están haciendo obras (muy mal planeadas, por cierto) que hacen que luzca como zona de guerra todo el boulevard Aeropuerto.
Total que para no dejar una hora de mi tiempo en medio del tráfico y el estrés que no tiene nada que envidiarle al Dfctuoso, nos hemos estado metiendo por callecitas alternas y en el diario peregrinar pasamos por pueblitos rurales que aún existen dentro de la ciudad. Ahí ves cómo van los niños corriendo solitos a la escuela, aún cuando sean unas pingüicas de 7 u 8 años*. Las señoras salen tapadas con el rebozo hasta las orejas rumbo a la lechería, los hombres en bicicleta van a trabajar mientras sortean topes en las calles aún sin pavimentar y los jóvenes salen corriendo hacia las avenidas para alcanzar el transporte que los llevará a la escuela, suben al autobús y sacan su pañuelo para limpiar la tierra de sus zapatos pues aquí sólo la avenida principal está pavimentada.
Ahí, en Otzacatipan (generalizo porque no sé cuál es, pues hay barrios de San Pedro, San Diego, San Mateo y muchos otros santos más) en cada casa hay entre 2 y 3 perros echados a la puerta, la mayoría de las casas están sin pintar y en obra negra. Otras son todavía de adobe con tejas y sus habitantes tratan de emparejar a fuerza adobe y cemento, combinación que pocas veces se logra. También existen las tienditas con vitrinas de madera, los nichos religiosos en la calle, las haciendas abandonadas, los sembradíos familiares, los señores mayores arreando a las vacas y ovejas e incluso una que otra carreta y los martes desde temprano se pone el mercadito frente a la escuela: hay verduras y fruta fresca, carnes, embutidos, ollas y cazuelas de barro, flores y hasta pulque.
Viendo todo ésto pienso si las autoridades dan la importancia que merecen a éstas familias que día a día, como cualquier otro, trabajan para sacar adelante a los suyos y que no tienen muchos medios para que sus voces y sus reclamos sean escuchados.
¿Es otro México dentro de la ciudad?
*Los niños pingüica es tema para otro post.
7 comentarios:
NO hay un sólo México... lamentablemente...
...V_V
Cuando cambiamos un poco de perspectiva nuestros reclamos suenan tan tontos. Nos quejamos porque no hubo agua, porque se fue la luz a mitad de la novela o porque no encontramos la pasta Barilla del número 7. Ósea, hay del cinco pero no del 7.
Nuestra vida a ratos parece vacía aún siendo tan afortunados. Es triste tener que voltear hacia un lado para poder valorar todas nuestras bendiciones. Más que pensar en lo que no hace el gobierno por ellos, al leerte me da por preguntarme qué hago yo por los menos afortunados y buscarle una respuesta a dicha incognita me deprime un tanto.
Gracias por escribir, me llevo la tarea.
Beso.
Esa imagen de los muchachos limpiando sus zapatos para ir a la escuela.
Tiene razón el Monstro, también yo me llevo tarea.
Besos y apapachos.
Que bonito y Autóctono es el establo de México, quiero decir el Estado de México !
Niños pingüicas? se oye arto interesante !
salu2 varios !
hasta que le entendí a tu post, y mira que lo leí como tres veces
te refieres ¡al aigropuerto de la ciudad de Toluca!! no al de México
me preguntaba cuál es la parte que no se ve ¿Nezayork? ¿el bordo Xochiaca?
esos que se deprimieron con el relato, al rato se les pasa, y si te ví ni me acuerdo, lo digo por experiencia (lamentablemente)
¿Jimmy Neutrón??? ah, te refieres a Quique Gaviotón
oye, estás más esotérica que la W y el PPP juntos
definitivamente es otro méxico, dentro de la otra ciudad de méxico
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