Mi muy personal fe.

Según la Wikipedia : Fe, del latín fides, "confiar", es en la terminología religiosa y relacionado con las virtudes del cristiano, aquella fuerza interior que permite al hombre someterse a las situaciones más adversas para tornarlas a favor de su grupo religioso en nombre de Dios. El que aplica la fe de forma virtuosa es el que está en camino de ser sabio, porque sabe cómo cumplir con los objetivos que le han marcado y que él mismo está conforme y profundamente convencido de ello. El virtuoso de la fe sabe cómo poner a los demás de su lado (cristianizarlos) y los lleva a alcanzar un objetivo común que al final es el indicado por Dios. Implica, por tanto un componente intelectual, ya que la fe no es un consentimiento, sino un asentimiento [1] y considera un motivo específico.

No sé cómo ni cuando, pero me volví en una atea por gracia de Dios. Y es que mi Dios personal es ésa fuerza superior que no logro entender porqué pero me conforta y me hace sentir mejor luego de dejarle saber mis preocupaciones, con las que por supuesto, no espero que me ayude como por arte de magia. Es más bien como un escape para mis frustraciones; el saber que dejo mis cosas en manos de alguien más para poder dormir tranquila pues a la mañana siguiente vuelvo a tomarlas sobre mis hombros.

Mi Dios no es vengativo, ni envidioso, ni me castiga y tampoco exige que haga sacrificios sin sentido para comprobar mi fé. No está representado en ningún modo. Simple y sencillamente está ahí para escucharme y que yo me siento menos abrumada. Ni más ni menos.

Cierta persona se molestó muchísimo conmigo porque emocionada contaba lo maravillosa que había sido la experiencia de acudir en peregrinación a cierto templo y yo le repliqué: -“Oye, ¿y para tu virgen pierde el efecto si se andan el camino en fila india y por la banquetita para no afectar a terceros?”. Uf, qué ofensa para sus creencias! Tampoco creo que haya que gestionar con mensajeros una petición al mero-mero de los cielos. Y no confío en hombres que se dicen guiados por Dios mientras abusan de menores y que ocultan sus necesidades sexuales por un estúpido mandato relacionado con dinero. Tampoco pongo mi confianza en líderes religiosos que esquilman a sus seguidores con el argumento del diezmo cuando ellos viven a todo lujo a costillas de gente necesitada de su congregación.

¿Será que no tengo una religión porque mi familia es todo un tamiz de ellas? Tenemos desde un obispo anglicano hasta los ultra-cristianos fanáticos, pasando por las ratitas de iglesia (católica, of course), los ateos de pura cepa, judíos por adopción matrimonial y alguno que otro que se considera a sí mismo budista porque no mata ni una araña, pero que vive hiriendo a su familia con sus actitudes. Y que conste que todos tienen detalles rescatables pero aún no he encontrado a aquel que revire mis cuestionamientos. Creo que sólo me falta contar en mi familia con alguno de ésos de “Pare de Sufrir” y los Testículos... digo, Testigos de Jehová. Pero con sus tácticas de ‘agarre’ no me extrañaría que un día de éstos caiga alguno. Yo en calidad de ‘mientras’ ya estoy colocando mi letrero en la puerta: “En esta casa somos rockeros y no aceptamos propaganda de otros ritmos”. Amén.

P.D: ¿Alguien quiere unirse a mi culto? Haré una asociación, me inventaré unas reglas, cobraré inscripción y... ah, no, verdad? :-p