viernes, diciembre 08, 2006

De mi abuelo y las cantinas.

Navegando por las páginas de los diarios me encontré con un video de la Cantina ‘El Nivel’, de la cual fue propietario por 50 años y hasta su muerte el abuelo de una muy querida amiga y cuyo mérito radica en ser la más antigua cantina de la ciudad. Su permiso data del siglo antepasado y tiene el No. 1, así que fue el primer permiso para un negocio que se emitió en el Distrito Federal.

Me dio mucho gusto poder ver por dentro cómo es la cantina, pues es del tipo de lugares a donde no es bien visto que haya mujeres (apenas se nos permitió el acceso a las mujeres hace dos décadas) y mi amiga y yo siempre hicimos planes para ir pero su abuelo nunca quiso. Me apresuré emocionada a llamarle por teléfono para que vea el video en el que sale su tío, quién es ahora el propietario, pero está su bendita contestadora. Veo una vez más el video y descubro, para mi sorpresa, que la cantina está en la esquina de la calle Seminario. Me pregunto entonces si tal vez mi abuelo, quien vivió toda su vida de soltero en el centro histórico y ya casado la convirtió en su zona de trabajo, habrá conocido ‘El Nivel’. Seguro que sí, él era mucho de visitar cantinas a la hora de la comida para disfrutar de la tradicional botana y un par de tragos. De hecho, yo conocí las cantinas gracias a mis andares con él en los días en que no había escuela y me llevaba a visitar a sus clientes. Creo que la primera fue ‘La Polar’ de Circuito Interior, ahora tan visitada por diputados y artistas.

¡Ah, mi abuelo! ‘Señor Polo’, le decían quienes lo conocían, incluso mucha gente pensaba que se llamaba Leopoldo, pero no, Polo es nuestro apellido. Un hombre grande (medía 1.90 y calzaba del 11), siempre bien vestido y con su bigote recortado. Adoraba cantar, el billar (fue campeón nacional) y la bohemia. Tenía muchos amigos y saludaba a todo el mundo y cuando le preguntábamos ‘¿Quién es?’ muchas veces contestaba ‘Pues no recuerdo! Pero si me saluda por mi nombre, nos debemos conocer’ y seguía sus pasos.

En una semana cumplirá dos años fallecido a causa del cáncer. Murió un día después de su cumpleaños. Yo todavía lo extraño mucho y todos sus nietos lo recordamos con un enorme cariño porque era nuestro querido abuelo: el que nos compraba helados estando gripientos y luego de chillar por varios minutos, el que nos compraba dulces cuando estábamos castigados, el que nos llevaba a escoger los regalos de Navidad, el que nos cantaba canciones para dormir y nos dejaba ver la TV en su cama.

Nuestra tercera Navidad sin ti, abuelo. Un día no muy lejano iré a ‘El Nivel’ y pediré un trago a tu salud. Quizá alguien ahí te haya conocido.

Para ver el video que mi hizo entrar en meditaciones:

http://videos.eluniversal.com.mx/paginas/videosdet2061.html

¡Feliz fin de semana a todos!

10 comentarios:

HugoLara dijo...

Que coincidencia..el mio tambien tiene dos años que murió..solo que el fue por enfisema pulmonar a pesar que no fumaba.

Creo que es la temporada que hace que nos invada la nostalgia no creas?

Muchos saludos y abrazos =)

Kix dijo...

Wow, Andy, me encantó tu post, super nostálgico y al mismo tiempo con mucha vitalidad. De plano me imaginé a tu abuelo, caminando por las calles de la ciudad, saludando a todo el mundo. Me encantan las personas que rinden merecidos homenajes! ¿Cuántos años vivió?

Anónimo dijo...

que lindura! me hubiera encantado conocer a tu abuelo y sobre todo hubiera sido padre tener a alguien como él de abuelo. sientete orgullosa.

a su salud!

saludos

Zack dijo...

Dicen que cualquier tiempo pasado fue mejor

SALUUUU!!!!!

Angeek dijo...

Lindo recuerdo para tu abuelo. Seguro, debes ir a "El Nivel".

Anónimo dijo...

yo tambien amaba al abuelo por parte d emi madre, que dicho sea de paso tambien fue un hombre maravilloso como el tuyo; fue alcalde de su Pueblo natal y esta reconocido por la enciclopedia Biográfica de Hidalguenses como uno de los tres mejores alcaldes de su pueblo, ademas luego fue Juez y en su retiro se dedicó a hacer pan, atender su tienda y darle cuerda al Reloj del Pueblo, y siempre fuimos una especie de complices en nuestros juegos, siempre lo recuerdo y siempre siento su presencia de Don Julio Olvera Villamil- Mueller

santo dijo...

pues tener un abuelo asi es una dicha que debemos akilatar no todos tenemos el privilegio de contar algo asi me encato el post creo que habla de lo bien que te la pasaste con el esos momentos jamas se olvidaran y seran unicos en tu vida
saludos y abrazos

santo dijo...

sobre el post anterior creo que cualquier persona sea hombre o mujer necesita un tiempo tao para reflexionar y ver si la relacion se puede salvar o mejorar el espacio es imprecindible para ambos claro el interes nunca se debe de perder ya que si quieres algo lo cuidas no?? ojo importante siempre hay que conservar la ecuanimidad y mas cuando los dos son terremotos
saludos

Anónimo dijo...

Excelente post Andrea, no sabes las ganas que me dieron de ir a conocer esa cantina, con tantos recuerdos de tu abuelo para ti, a ver cuando me invitas!

Un abrazo!

c324r dijo...

Vaya, de abuelos e historias es que se ha estado yendo este año, a mi me gusta la manera que tienes de decir las cosas, tanta historia en tan poco tiempo.

Y que bueno que ya pueden entrar las greñudas lavadoras con patas a los templos de Baco (frase híbrida entre Valente Campillo, Chente Fotz y Tin Tan)

Saludos!