Cuando era niña la pasaba muy bien, era la consentida por ser tan tranquila en comparación con mi hermano, quién es un jijo-de-la-jijurria aún ahora, pero cuando niño sí se manchó e hizo ver su suerte a quién pudo: rompió a patadas un WC en la escuela durante un berrinche, se salía de la casa brincándose desde el poste de electricidad, se brincó del kinder desde el carrousel, decía que nunca le daban de comer así que comía otra vez al llegar a casa.... no, no, no! Todo un estuche de monerías mi hermano Alex.El caso es que yo era la ‘consen’ en casa por ser la primera nieta también, y encima niña. La clásica con carita de ‘no rompo un plato’, estudiosa y siempre bien portada... ¡Ah, pero eso cambió en la adolescencia! Ya en la secundaria, aunque seguía con buenas calificaciones empezaron los problemas: me encantaba andar en el relajo y socializando así que descuidaba otros aspectos. Seguro le causé muchos y muy fuertes dolores de cabeza a mis papás por ser tan rebelde; los pobres se han de haber culpado por haberse divorciado varias veces, jeje, lo que ellos no sabían era que lo latosa ya lo traía en las venas.
La niña buena dejó de serlo para darle paso a una chavita rebelde, rockera, interesada en la moda, enamoradiza, contestona y reventada. Sin falla, todos los viernes y sábados en la noche salía con algún grupo de amigos a fiestas, antros o a casa de alguno y regresaba a casa ya entrada la madrugada, pocas veces en franco estado etílico pero mi padrastro siempre me estaba esperando. Eso sí, a la mañana siguiente, no importando a qué hora y en qué estado hubiera llegado, debía estar bañada y arreglada para salir a almorzar a eso de las 9. Los sábados mi abuelo y yo (y quién estuviera listo cuando dijera ‘vámonos’) nos dirigíamos a los mariscos y de cajón comía un cocktail chico y una empanada de camarón. Los domingos casi invariablemente íbamos a almorzar con mis abuelos y agregados culturales a Portales, para el famoso menudo (pancita) del Sr. Nava. ¡Eso sí que no me lo perdía por más cruda que estuviera!
Creo que la adolescencia fue la etapa más dura para mi carácter pero sin duda también fue la que más disfrute y en la que pude conocer gente y cosas increíbles que perduran en mi memoria.
¿A ustedes qué es lo que más les gustó de su adolescencia o niñez?
4 comentarios:
Hey Andy antes de contestar a esta pregunta, te recuerdo que tu no has puesto las respuestas del test que publicaste unos post atrás.
Yo comence a trabajar como profesora de Ingles en un kinder cuando tenía 16 años, la verdad fue toda una experiencia, yo la miss más chica de la escuela me veían con más confianza y no sabes como me divertía en los eventos con ellos, cuando saliamos a alguna actividad o en el recreo, jugando con ellos, creo que eso es parte de lo que más me gusto hacer en la adolescencia. En lo particular siempre he sido muy de casa, nada reventada y prefería pasar las tardes escribiendo, leyendo, escuchando musica y dibujando.
si es cierto, tienes deuda con nostros los fans de este espacio, tus respuestas... de la infancia recuerdo que fui feliz, y recuerdo mis juegos y cosas bonitas, como los dñias de reyes, de adolescente mi garn recuerdo es KISS y que me gsutaba mucho leer y ser inquieto... El mejor regalo fue mi prima la "Bollita" de quien no dejo de hablar y que la quiero mucho, ella nació cuando era adolescente y es mi mejor recuerdo, pro que la he visto crecer
Ya sé que no había contestado pero es que Zack hizo trampa!! :-)
1.- ¿Qué 5 adjetivos te describen mejor? Paciente, empática, desordenada, sociable y cariñosa.
2.- ¿Cuáles son las 3 cosas que más disfrutas? Mi familia, estar con los amigos,el sexo y estar en mi casa.
3.- ¿Cuales son tus objetos personales favoritos? Mis discos, mi camita (es rica!).
4.- ¿En qué te conviertes cuando amas? A ratos en leona y luego en gatita ronroneadora.
5.- ¿Qué cualidades buscas en tus amigos? Sinceridad, honestidad, que compartamos intereses y que por supuesto se interesen en mí y mi amistad.
Besos.
oM
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