viernes, abril 29, 2005

Yo fuí adicta...

Inicié con pequeñas dosis alrededor de 1998, eran moderadas y muy de vez en cuándo. Entonces parecía increíble que algo pudiera facilitarme tanto las cosas y hacerme sentir a la vez tan grande y tan pequeña. Después, al trabajar en una empresa en la que tenía poco que hacer la ociosidad hizo que fuera aumentando las dosis día con día y se me comenzó a hacer obsesión, no podía dejar pasar un día sin hacerlo y descubriendo más cosas esto llegó a afectar mi vida personal: El Internet se me hizo vicio.

Tiempo después, mi amigo Mike sugirió empezar con algo: una nueva manera de comunicarse mediante un programa muy fácil que bajabas de la red y te permitía chatear en tiempo real, así nos evitábamos llamadas de larga distancia y malentendidos por la diferencia de idiomas. Primero fue el de AOL y después traté todo lo que tuve al alcance: Yahoo, ICQ, MSN, Lycos, etc. Era una locura: podía tener todos al mismo tiempo y estar con diferentes personas en cada una. Conocí mucha gente de las más diversas partes del mundo: John Turnbull es un desempleado Irlandés, John Dow es un chofer de trailer gringo, Paula Teri es una jovencita italiana con la que coincido en gustos musicales y así por el estilo. Mantuve largas amistades virtuales con gente de todas partes del mundo: India, Italia, EU, Argentina, Brasil, Alemania, Francia, Inglaterra, Escocia y China, por mencionar algunas. Incluso sostuve un “romance virtual” intenso con un Suizo que me envío hasta boletos de avión ida y vuelta para conocernos, a pesar de que realmente no hacía más que “apapacharlo” virtualmente, supongo que se sintió amado. Como rechacé la invitación, vino él y nos hicimos buenos amigos, a la fecha vive felizmente con otra chica.

Una característica que todos tuvimos en común en ése momento fue la soledad, la necesidad de hablar con alguien, de ser escuchados y comprendidos, alguien que nos mostrara empatía… Eso era lo que todos buscábamos en la red y porqué se nos convirtió en una adicción. Era satisfacer la falta de amor, de alguien a quién decirle cómo nos sentíamos y qué queríamos.

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola! Fíjate que yo nunca fui de meterme a chats ni nada, apenas ahora con esto de los blogs es que estoy conociendo gente por medio de la red. Saludos, buen fin!!!

Freddy dijo...

chin, me llevé un chasco, pensé que eras adicta al sexo, al cigarro a alguna droga; y me sales con el msn;naaaa
claro que me gustan los preliminares Andy; nada de que a lo que te truje; al menos que ya haya más confianza y entonces podemos ir directo al motel más cercano; no es cierto; al mejor; con aire y videos porno....feliz finde....saludos y un beso

Dra. Kleine dijo...

Nena, expreso confesarte también que en alg´ún momento fuí adicta, pero severa...durante 5 años no me levanté de mi asiento y pocas veces comía. Mi compu estaba acondicionada para el vaso, el plato y mis cosas personales. A la fecha me ando con cuidado porque de verdad, hago muchos amigos por la red. Buen post!

Anónimo dijo...

Pues es algo en lo que coincidimos querida Andrea, es un vicio (reconozco que no lo he superado del todo)... tambien tuve epoca de chat intensa, la unica persona que conoci en vivo por este medio fue en el 1999 y resulto una niña guapisima, hija de familia, etc, etc, (mis amigos la conocieron y no podian creer que la hubiera conocido en internet), primero buenos amigos, despues tuvimos un free y despues me aleje cuando quizo andar en serio... con el tiempo el internet me ayudó mucho a llevar el noviazgo con mi esposa ya que ella vivia en el Chihuahua y yo aca y era una buena alternativa. Saludos y buen fin de semana.

Anónimo dijo...

¿Qué paso con tu romance virtual con el chavo de Suiza? hago la pregunta por que para esa época ya eras casada y tenias a tu hija, sería bueno saber como lo enfrentaste

AndreaLP dijo...

Bueno, respondiendo a la pregunta de cómo enfrenté la relación con el chico de Suiza (Richard Souverein), tuve que convencerlo de que no dejaría a mi familia, que lo estimaba pero a largo plazo y en un nivel personal no funcionaría y que seguramente habría mujeres que serían felices de tener una relación con él; en sí, un "coco-wash" para que no siguiera queriendo creer en algo más conmigo.

A mi esposo tuve que contarle toda la historia una vez que Richard hizo arreglos para visitarme, con la consabida desconfianza al inicio de su parte pero yo ya con la confianza de haberme sincerado y lo tomó con filosofía.

Gordis, yo no llegué al extremo de no levantarme pero fué duro el proceso de dejarlo.

Anónimo dijo...

Gracias por contestar la pregunta.