Ni modo, apenas inciamos la semana y yo ya anhelo que llegue el viernes para poder dormir mucho y disfrutar de mi familia, aunque de antemano sé que ésta semana se vislumbra pesada y definitiva en algunos aspectos. Eso tampoco ayuda.
La buena es que los chicos regresan a la escuela, un nuevo ciclo en blanco y nuevecito para hacer con él lo que quieran. Yo recuerdo que a mí me emocionaba muchísimo entrar a clases; me encantaba estrenar uniforme, útiles escolares y el sentimiento de mariposas en el estómago que me daba la expectativa de ver quienes serían mis compañeros y maestros y también cómo me iría en el año. Es un sentimiento que me fascina, casi uno igual siento cuando entro a un nuevo empleo, un curso, o algo que me implique un reto.
Les deseo un excelente inicio de semana laboral y ojalá no estén con las mismas pilas que yo.
3 comentarios:
Espero pronto arreglen el desmother en tu chamba, pa que llegues con hartas ganas de trabajar.
besos.
animo nena, veràs que es cuestion de ponnerle pilas al otro dia!
me pasa igual pero por una nefasta señora que trabaja que nadie quiere, pero que nos la impusieron y no hemos podido removerla
saludos
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